American Academy of Pediatrics (2014) en
diversos articulos publicados en la pagina virtual healthychildren.org propone una serie de habilidades y destrezas que los niños
desarrollan en las áreas social y emocional de los 0-5 años; en ellos se menciona que en
su primer mes de vida el infante experimentara con sonrisas y muecas primitivas
y en el segundo mes los movimientos se volverán señales auténticas de placer y
simpatía, que además de llorar, sonreír es otra forma de expresar necesidades y
ejercer algún control sobre lo que pasa. A los tres meses el bebé dominará el
arte de hablar con sonrisas, pues iniciará una conversación con una sonrisa y
acompañada con balbuceos para llamar la atención, es posible que empiece a
imitar muecas que los padres hagan, un ejemplo es que la madre saque la lengua
y el bebé lo imite. Los bebé al igual que los adultos, sentirán más amistad con
unas personas que con otras, sus padres siempre serán sus preferidos.
Aun a su corta edad pueden
empezar a clasificar quién es quién en su vida, y en esta edad él necesita que
constantemente se le demuestre su amor para sentirse seguro consigo mismo, aquí
se empieza la creación de base de confianza que le permitirán gradualmente
separarse de la madre y convertirse en una persona independiente.
En la destrezas sociales de
los 0 a los 3 meses, empieza a desarrollar una sonrisa social, disfruta jugar
con personas, es más comunicativo, imita algunos movimientos y expresiones. Las
destrezas sociales de los 4-7 meses es que disfruta el juego con otros, se
interesa por los reflejos del espejo, reacciona a las expresiones de emoción y
se le ve contento a menudo. De los 8 a 12 meses el bebé es tímido o nervioso
con los extraños, llora cuando los padres se van, disfruta jugando a imitar a
otras personas, prefiere ciertas personas y juguetes, se alimenta con los
dedos.
De 1-2 años, las separaciones
breves entre la madre y el bebé ayudan a éste último a ser más independiente,
aunque sufrirá ansiedad por ello. De 1-3 años dentro de las destrezas sociales
el niño imita el comportamiento de otros, es consciente de sí mismo como un ser
independiente de otros y se entusiasma con la compañía de otros niños.
En los social, los niños de un
año a dos el termino compartir no tiene significado, pues todos los niños de
esta edad creen que sólo él merece la atención, y empieza a mostrar posesividad
con sus propios juguetes, el padre debe de ser un mediador, pues él le podría
brindar seguridad al momento de enseñarle otro juguete de su preferencia y
decirle que el niño sólo está viendo el juguete y sí se lo va a regresar.
A partir de los dos años el
niño puede enfrentar distintos temperamentos, un día muy amigable y otro no
tanto, a menudo pareciera que no hubiera una razón, pero es parte de su
crecimiento, pues el niño lucha por controlar sus acciones, impulsos,
sentimientos y su cuerpo, es común que los niños pequeños se comporten como
ángeles cuando no están los padres, es importante saber que mientras más seguro
y confiando se sienta el infante de dos años, más posibilidades habrá de que él
sea independiente y bien portado, para lograrlo es necesario establecer límites
consistentemente, donde él pueda explorar y ejercer su curiosidad pero que
ponga límite al comportamiento peligroso y antisocial.
En esta etapa los infantes ven
el mundo exclusivamente a través de sus propias necesidades y deseos, asumen
que todas las personas tienen sus mismos deseos, es por eso que el decirles
“¿Te gustaría que te hicieran los mismo?” no funcionará a esta edad. La
imitación y el simulacro serán los juegos preferidos de los niños, pues cuando
realiza un rol de madre dice exactamente las palabras que le dicen a ella o a
él.
Las destrezas sociales entre
los 3 y 5 años están en donde imita a los adultos y compañeros, muestra afecto
por sus familiares y conocidos, puede esperar su turno cuando juega y entiende
“mío” y “de ella/él”; es decir, los niños se
muestran menos egoístas, empiezan a interactuar y jugar con otros niños.
Un infante de tres años y su
vida llena de fantasía, le ayudarán a explorar y aceptar muchas emociones,
desde el amor y la dependencia hasta la ira y el miedo. Además, frecuentemente
asignará cualidades y emociones de vida a los objetos. En el prescolar puede
llegar la visita de uno o varios amigos imaginarios o animales, hasta por 6
meses, estos amigos no representan soledad, al contrario, es una divertida
manera de realizar actividades, tener conversaciones, y expresar emociones. A
la edad de 4 y 5 años el niño puede comenzar a interesarse por la sexualidad
básica, el padre debe contestarle de manera precisa y correcta, aunque no es
necesario dar detalles aun sobre las relaciones sexuales. (American Academy of Pediatrics, 2014)
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